dicción
La dicción es la forma de emplear las palabras para formar oraciones, ya sea de manera oral o escrita. Se habla de buena dicción cuando el empleo de dichas palabras es correcto y acertado en el idioma al que éstas pertenecen, sin atender al contenido o significado de lo expresado por el emisor.
La palabra dicción proviene del latín diclio o dicleo, 'manera de hablar'.
Para tener una dicción excelente es necesario pronunciar correctamente, acentuar con elegancia, frasear respetando las pausas y matizar los sonidos musicales. Una buena emisión de voz resulta, sin duda, un extraordinario apoyo para la interpretación de la música.
Al hablar y -sobre todo- al cantar, es preciso evitar los vicios o defectos de dicción, como los ejemplos siguientes: -vistes, -íbanos, -gratituo, -tualla, -Saltío, -desborrar, -cállensen, -nadien. La colocación de la voz consiste en producirla correctamente, tomando en cuenta la respiración, la colocación correcta del diafragma, la posición de los labios, la articulación y, desde luego, la dicción.
Vicios de dicción
Son los errores que se cometen contra la corrección y la claridad del lenguaje, convirtiendo nuestras expresiones en inadecuadas. Estos son:
- Vulgarismo
- Barbarismo
- Hiato cacofónico
- Solecismo
- Dequeísmo
- Cacofonía
- Monotonía
La forma de expresarse que tiene una persona se conoce como dicción. Este término está vinculado a la manera en que cada individuo emplea las palabras y, por lo tanto, forma oraciones.
Es posible calificar las distintas construcciones según lo acertadas que resulten de acuerdo a las normas de la lengua. Cuando la construcción es correcta, se habla de buena dicción. Lo contrario deriva en una mala dicción.
Es importante tener en cuenta que la calificación de la dicción como buena o mala no tiene que ver con el significado que la persona quiere transmitir, ni con los contenidos que pretende expresar.
Es importante tener en cuenta que la calificación de la dicción como buena o mala no tiene que ver con el significado que la persona quiere transmitir, ni con los contenidos que pretende expresar.
La dicción, por otra parte, también se vincula a la manera en que se pronuncian las palabras. Cuando un hombre pronuncia cada término de manera clara, realiza la acentuación correctamente y utiliza las pausas apropiadas dentro de cada oración, puede afirmarse que tiene buena dicción. Dado que resulta fácil entender a quien se expresa de esta forma, también se indica que la dicción es limpia o clara.
Hay profesionales que, en este sentido, es fundamental que cuenten con una buena dicción para poder desempeñar sus trabajos. Este sería el caso, por ejemplo, de profesores, de maestros o de políticos. Y es que todos ellos necesitan expresarse de la mejor manera posible para ser entendidos por quienes les escuchan y para conseguir que calen los mensajes que transmiten.
A la hora de poder mejorar la dicción, hay que tener claro que eso es algo que se puede hacer de muchas y diferentes maneras:
• Controlando la velocidad con la que se pronuncian las palabras. Eso supone comenzar a practicar con un tono más pausado.
• Cuidando en todo momento la respiración, para evitar así que se produzcan cansancios e incluso asfixia.
• Es importante considerar que tener una buena dicción no significa eliminar el acento que se tenga. Los expertos en Logopedia dejan patente que el acento, es riqueza cultural, y que él en absoluto menoscaba el que alguien pueda conseguir la dicción perfecta que desea.
• Para poder practicar y trabajar la dicción, se puede recurrir a una gran variedad de ejercicios y de técnicas. Entre ellas estaría repetir trabalenguas, recitar poemas, participar en debates y contraposiciones de opiniones…
• Controlando la velocidad con la que se pronuncian las palabras. Eso supone comenzar a practicar con un tono más pausado.
• Cuidando en todo momento la respiración, para evitar así que se produzcan cansancios e incluso asfixia.
La buena dicción, o la dicción limpia, no pueden albergar los llamados vicios o defectos del habla. Por eso es imprescindible evitar expresiones como “entiendanmen” (por “entiéndame”), “dotor” (por “doctor”) o “infeción” (“infección”). Como se puede apreciar, la dicción no está vinculada al entendimiento que se consigue en el oyente, ya que estas palabras fallidas son fácilmente reconocibles, aún cuando la dicción esté lejos de ser perfecta.
Una cierta musicalización de las expresiones es otra característica que compone a la dicción. La persona que se expresa con buena dicción logra matizar los sonidos que emite para producir un efecto agradable, gracias a la colocación de la voz, la posición de los labios y la respiración.
FUENTE: http://definicion.de/diccion/
FUENTE: http://definicion.de/diccion/
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